viernes, 25 de junio de 2010

¿ESCUCHAMOS A DIOS TODOS LOS DIAS?

¿Verdad que todos nos miramos con frecuencia al espejo? La mayoría la hacemos al menos una vez al día, y algunos puede que más. La razón es que a todos nos importa cómo nos vemos.
Pues bien, leer la Biblia es como mirarse en un espejo (Santiago 1:23-25). Su mensaje inspirado por Dios nos permite ver nuestra verdadera personalidad. Como dice Hebreos 4:12, "penetra hasta partir el alma y el espíritu"; es decir, nos ayuda a distinguir entre lo que parece que somos y lo que realmente somos. Y igual que un espejo, nos muestra qué cambios debemos hacer.
Pero la Palabra de Dios no se limita a indicarnos los aspectos que debemos mejorar; también nos enseña la manera de lograrlo. El Apóstol Pablo explicó que la Biblia cumple diversas funciones: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y util para enseñar, para redarguir, para corregir, para instruir en justicia" (2 Timoteo 3:16). Es interesante notar que de las cuatro funciones aqui mencionadas, tres - redarguir, corregir e instruir - con llevan cambios de actitud y conducta. Si nuestro exterior nos importa tanto que todos los días nos miramos en el espejo, ¿no debería importarnos más saber cómo somos en nuestro interior? Pues la unica forma de averiguarlo es leyendo la Biblia a diario.
Recordemos qué fue lo que Dios le dijo a Josué cuando la confió la dirección de Israel: Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces haarás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien" (Josué 1:8). Para tener éxito en su labor , Josué tenía que leer la Palabra de Dios "día y noche", esto es, de forma regular.
El Salmo 1 también destaca los beneficios de la lectura diaria de la Biblia. Allí dice: "Bienaventurado es el varón que no anduvo con consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y noche. Será como arból plantado junto a corrientes de aguas, que da fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará. (Salmos 1:1-3). Obviamente, todos queremos que nos vaya tan bien como al hombre que aquí se describe.
De ahí que muchas personas tengan como costumbre de leer la Biblia todos los días. Cuando se le pregunto a cierto cristiano por qué lo hacía, dijo: "Si oro a Dios varias veces al día y espero que me escuche, ¿no debería yo también escucahrlo a él leyendo su palabra a diario? Un buen amigo no habla todo el tiempo, también escucha". En efecto leer la Biblia es como escuchar a Dios diciéndonos lo que piensa sobre diversos temas.
Salsa son cristiano te invita a que escuche la voz de nuestro Padre, a través de una buena lectura diaria de la Biblia, ahí encontrarás la guia para seguir caminando con fortaleza y fuerza de espíritu.
Que Dios los colme de bendiciones




Fuente: Revista La Atalaya, agosto 2009.

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